Durante siglos, la ciencia fue sinónimo de descubrimiento, integridad y servicio al conocimiento humano. Hoy, ese ideal enfrenta su momento más crítico. Entre presiones por publicar, financiamiento condicionado, apropiaciones indebidas y conflictos de interés, la investigación científica se ha visto atrapada entre el progreso real y las agendas de poder. En este espacio, exploramos algunos de los casos más emblemáticos de fraude, manipulación y olvido en la historia de la ciencia moderna, cuestionando si aún es posible recuperar su propósito ético original.
Una de las principales preocupaciones es la creciente mercantilización de la investigación científica. La financiación a menudo viene con estipulaciones, presionando a los investigadores para que prioricen los proyectos que prometen rendimientos financieros sobre aquellos que buscan explorar preguntas fundamentales sobre nuestra existencia y el universo. Esta tendencia puede sofocar la innovación y la creatividad, ya que los científicos pueden sentirse obligados a alinear su trabajo con los intereses de sus patrocinadores en lugar de perseguir una investigación independiente [1, 2, 3].
La creciente prevalencia de la desinformación y la politización de la ciencia han complicado significativamente su papel en la sociedad. Temas como el cambio climático, la salud pública y la ingeniería genética se han transformado en escenarios de disputas ideológicas, que socavan la objetividad de la investigación científica. Cuando los hallazgos científicos se distorsionan para promover agendas políticas, la integridad del proceso científico se pone en peligro, lo que resulta en desconfianza y escepticismo público.
El rápido progreso de la tecnología ha dado lugar a desafíos éticos que la ciencia a menudo se esfuerza por enfrentar. Las innovaciones en áreas como la inteligencia artificial y la biotecnología provocan investigaciones críticas sobre la moralidad, la privacidad y el futuro de la humanidad. A medida que los científicos navegan por estos intrincados dilemas, el objetivo fundamental de la ciencia —profundizar la comprensión humana y mejorar vidas— se encuentra en entre dicho.
“En conclusión, si bien la ciencia tiene el potencial de iluminar el camino hacia el progreso, corre el riesgo de perder su propósito en medio de la comercialización, la desinformación y los desafíos éticos”.
La ciencia contemporánea presenta numerosos ejemplos de conductas poco éticas y de apropiación de invenciones. En este contexto, compilaré una lista de algunos de los casos más notables:
Rosalind Franklin y el descubrimiento de la estructura del ADN
Uno de los ejemplos más renombrados de apropiación científica involucra a Rosalind Franklin, cuyas contribuciones significativas a la elucidación de la estructura de doble hélice del ADN fueron en gran medida pasadas por alto durante su vida. La Foto 51 de Franklin, una imagen de difracción de rayos X del ADN, proporcionó la evidencia crítica que permitió a James Watson y Francis Crick modelar con precisión la estructura del ADN. Sin embargo, el trabajo de Franklin se difundió a Watson y Crick sin su consentimiento explícito, lo que resultó en que recibieran el Premio Nobel en 1962, mientras que ella permaneció sin ser reconocida. No fue hasta años más tarde cuando se reconoció que el papel de Franklin fue esencial para este descubrimiento histórico [4].

Nikola Tesla
Nikola Tesla fue un ingeniero serbio-estadounidense, conocido por su visión futurista y genialidad como inventor. Es reconocido en la actualidad por sus numerosas patentes (300 aproximandamente) y por sus contribuciones innovadoras al desarrollo del moderno sistema de suministro de electricidad de corriente alterna (CA), pero por otro lado muchas de sus idea e invenciones fueron robadas o nunca recibio credito por sus invenciones [6]. A continuación, vamos a describir algunas de ellas:
El motor electrico, William Sturgeon es ampliamente reconocido como el inventor del motor eléctrico moderno con corriente continua. Sin embargo la mayoria de personas deconocen que el inventor del primer motor con corriente alterna (AC) fue Tesla [6].
El transistor fue desarrollado en 1947 por William Shockley, John Bardeen y Walter Houser Brattain, quienes fueron galardonados conjuntamente con el Premio Nobel de Física en 1956 por este logro, el transistor revolucionó el campo de la electrónica. Pero Tesla lo concibió casi 50 años antes. Segun el ingeniero eléctrico y escritor Leland Anderson las patentes de Tesla de 1903 contienen los principios básicos de los elemento de circuito lógico “AND” y OR” [8].
A George Claudes se le atribuye la invención de las luces de neón en 1910. Los tubos de vidrio llenos de gas alcanzaron su punto máximo de popularidad a mediados de la década de 1950, doblados en varias formas y palabras para la señalización. Pero la idea de la señalización de vidrio iluminado ya se había presentado al mundo en la Feria Mundial de Chicago de 1893. Westinghouse ganó la licitación para iluminar la feria sobre Edison, haciendo uso de las bombillas de descarga de gas de Tesla [8].
La Radio es probablemente el “robo” más flagrante que le hicieron a Tesla. En colegios, en las tarjetas de Trivial o simplemente en la cultura general la respuesta a quién fue el inventor de la radio es siempre la misma: Guglielmo Marconi. Fue Tesla sin embargo el principal padre del invento y Marconi el que, simplemente, jugó mejor sus cartas [7].

Hedy Lamarr y los orígenes del salto de frecuencia
Hedy Lamarr, reconocida como actriz e inventora, desarrolló conjuntamente la tecnología de salto de frecuencia, que posteriormente sentó las bases de los sistemas de comunicación inalámbrica contemporáneos, incluidos Wi-Fi, Bluetooth y GPS. Aunque presentó una patente para su invento durante la Segunda Guerra Mundial, la Marina de los EE. UU. inicialmente la desestimó, solo para luego implementar la tecnología sin reconocer sus contribuciones. No fue hasta varias décadas después que Lamarr recibió el reconocimiento que merecía por su importante impacto en la tecnología de comunicación moderna [9].

La controversia del cálculo: Newton vs. Leibniz
El desarrollo del cálculo se atribuye frecuentemente a Sir Isaac Newton; sin embargo, el matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibniz formuló de forma independiente los mismos principios en la misma época. En particular, Newton acusó a Leibniz de plagio y aprovechó su influencia dentro de la Royal Society para socavar la reputación de Leibniz. Los historiadores contemporáneos reconocen que ambos individuos contribuyeron de forma independiente al desarrollo del cálculo. Sin embargo, Leibniz experimentó un considerable daño a su reputación durante su vida debido a las acusaciones de Newton [10].

Los hermanos Wright vs. Gustave Whitehead
Los hermanos Wright son ampliamente reconocidos como los pioneros del vuelo motorizado, ya que lograron este importante hito en 1903. Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que Gustave Whitehead pudo haber pilotado con éxito un avión motorizado ya en 1901, dos años antes del logro de los hermanos Wright. A pesar de los numerosos relatos de testigos oculares y los informes de los periódicos contemporáneos que respaldan las afirmaciones de Whitehead, sus contribuciones han sido en gran medida pasadas por alto. Además, la Smithsonian Institution ha mantenido históricamente acuerdos que han favorecido el legado de los hermanos Wright. Investigaciones académicas recientes han tenido como objetivo reevaluar las afirmaciones de Whitehead; sin embargo, el reconocimiento formal de sus logros sigue siendo difícil de alcanzar [11].
Por otro lado, algunos comportamientos poco éticos pueden afectar a comunidades específicas o a millones de personas en todo el mundo:
El escándalo de la vacuna de Andrew Wakefield
En 1998, Andrew Wakefield publicó un estudio ahora desacreditado que relacionaba la vacuna MMR (sarampión, paperas, rubéola) con el autismo. Sus investigaciones fraudulentas provocaron dudas sobre las vacunas y un resurgimiento de brotes de sarampión en todo el mundo [12].
Theranos y Elizabeth Holmes
La empresa de biotecnología Theranos afirmó falsamente haber desarrollado una revolucionaria tecnología de análisis de sangre. Las prácticas fraudulentas de la empresa engañaron a los inversores y pusieron en peligro a los pacientes que recibieron resultados inexactos de las pruebas [13].
Estudio de sífilis en Tuskegee
Entre 1932 y 1972, investigadores en los Estados Unidos llevaron a cabo un estudio poco ético sobre hombres afroamericanos con sífilis, reteniendo deliberadamente el tratamiento para observar la progresión de la enfermedad y violando los estándares éticos de investigación [14].
La publicación académica se caracteriza cada vez más como un oligopolio, con unas pocas grandes empresas que dominan el mercado. Esta tendencia suscita preocupación por las prácticas monopolísticas, la reducción de la competencia y las implicaciones para la difusión de conocimientos en los países del tercer mundo. Cinco grandes editoriales —Elsevier, Springer Nature, Wiley-Blackwell, Taylor & Francis y SAGE— controlan más de la mitad del mercado de publicaciones académicas a nivel mundial [15, 19].
El uso de la inteligencia artificial para manipular datos y justificar los resultados ha suscitado preocupación por la mala conducta. Las discusiones recientes han puesto de manifiesto irregularidades en los datos brutos que respaldan numerosos documentos académicos e informes técnicos. A lo largo de la historia, la progresión del conocimiento científico ha sido impulsada por la innovación, la creatividad y la experimentación rigurosa. Sin embargo, el reconocimiento de los descubrimientos e invenciones revolucionarias no siempre se ha concedido a las personas que lo merecen. Numerosos científicos e inventores se han enfrentado al robo, la atribución errónea o la sombra de sus contribuciones por parte de quienes ejercen una mayor influencia, poder o reconocimiento. Este problema puede atribuirse a una variedad de factores, como la falta de documentación, los prejuicios raciales y de género, la apropiación corporativa o institucional y las rivalidades académicas. Además, las narrativas históricas a menudo son moldeadas por aquellos que controlan los recursos y los registros, lo que lleva a atribuciones erróneas [16].
Las causas del declive ético en la ciencia
Numerosos factores contribuyen a la erosión de las normas éticas en el ámbito de la investigación científica. Una preocupación importante es la creciente presión para publicar los hallazgos en revistas de prestigio. El adagio “publicar o perecer” se ha convertido en un motivador convincente en el mundo académico, lo que ha llevado a los investigadores a priorizar la cantidad sobre la calidad. Como resultado, algunos científicos pueden recurrir a la fabricación o falsificación de datos para lograr su publicación, comprometiendo en última instancia la integridad de la ciencia.
Otro factor crítico es la influencia de la financiación corporativa y gubernamental. Muchas investigaciones científicas dependen del apoyo financiero de empresas privadas o entidades políticas con intereses creados. Esta dependencia financiera puede conducir a resultados de investigación sesgados, en los que los científicos pueden presentar selectivamente datos que se alinean con los intereses de sus patrocinadores en lugar de adherirse a la verdad objetiva. Estos conflictos de intereses pueden ser especialmente perjudiciales en campos como los farmacéuticos, las ciencias medioambientales y la biotecnología.
Además, la creciente comercialización de la ciencia ha precipitado prácticas poco éticas, como comercializar medicamentos que salvan vidas a precios exorbitantes, la realización de ensayos clínicos sin consentimiento informado y la participación en investigaciones perjudiciales para el medio ambiente con fines de lucro. Estas acciones violan los principios éticos y erosionan la confianza pública en las instituciones científicas.
Consecuencias de los fallos éticos en la ciencia
La erosión de la integridad ética dentro de la comunidad científica tiene implicaciones profundas y de largo alcance. En primer lugar, socava la confianza pública en la investigación científica. Cuando se revelan casos de fraude científico o mala conducta, la credibilidad de toda la comunidad científica se ve comprometida. Este escepticismo puede resultar en el rechazo de hallazgos científicos legítimos, como lo demuestra la resistencia pública a las vacunas y los datos sobre el cambio climático.
Otra consecuencia importante es el riesgo potencial para las vidas humanas y el medio ambiente. Las prácticas de investigación poco éticas en el campo de la medicina pueden conducir a la introducción de medicamentos inseguros en el mercado, lo que afecta negativamente a la salud del paciente. Del mismo modo, la investigación influida por los intereses corporativos puede minimizar los efectos perjudiciales de la contaminación, contribuyendo a la degradación ambiental y a las crisis de salud pública a largo plazo [17].
Además, las prácticas científicas poco éticas obstruyen el progreso genuino. La publicación de datos falsos o manipulados engaña a otros investigadores e impide el avance científico. Se despilfarran recursos en seguir trayectorias de investigación erróneas, retrasando así posibles descubrimientos que podrían beneficiar enormemente a la sociedad.
References
(1) Ziman, J. (2000). Real Science: What it is, and what it means. Cambridge University Press.
(2) Mirowski, P., & Sent, E.-M. (2007). The commercialization of science, and the response of STS. In Hackett, E.J. et al. (Eds.), The Handbook of Science and Technology Studies (3rd ed.). MIT Press.
(3) Washburn, J. (2005). University, Inc.: The Corporate Corruption of American Higher Education. Basic Books.
(4) Cobb, M., & Comfort, N. (2023). What Rosalind Franklin truly contributed to the discovery of DNA’s structure. Nature, 616(7958), 657-660.
(5) McPherson, S. S. (2012). War of the Currents: Thomas Edison vs Nikola Tesla. Twenty-First Century Books.
(6) Šarboh, Snežana (18-20 de octubre de 2006). Las patentes de Nikola Tesla . Sexto Simposio Internacional Nikola Tesla . Belgrado, Serbia. pág. 6. Archivado desde el original (PDF) el 30 de octubre de 2007.
(7) DESEGO. (2017). 4 inventos olvidados de Tesla – DESEGO. Desego. Retrieved 15 May. 2025, from https://desego.com/4-inventos-olvidados-de-tesla/#:~:text=La Radio: Probablemente el “robo,siempre la misma: Guglielmo Marconi.
(8) MIOCCI, C. (2015), November 15). 7 Tesla Inventions That Others Took Credit for – The Escapist. Escapistmagazine. Retrieved 15 May. 2025, from https://escapistmagazine.com/7-tesla-inventions-that-others-took-credit-for/.
(9) Busch-Vishniac, I., Busch, L., & Tietjen, J. S. (2024). Hedy Lamarr. In Women in the National Inventors Hall of Fame (pp. 123-132). Springer, Cham.
(10) Cassirer, E. (1943). Newton and Leibniz. The Philosophical Review, 52(4), 366-391.
(11) Crouch, T. D. (2016). The Flight Claims of Gustave Whitehead. Journal of Aeronautical History Paper No, 01.
(12) Venegas, C., & Fuentes, R. (2023). Una Revisión de los tipos de Fraude Científico más Frecuentes. International journal of odontostomatology, 17(2), 200-205
(13) Carreyrou, J. (2018). Bad Blood: Secrets and Lies in a Silicon Valley Startup. Knopf.
(14) Jones, J. H. (1993). Bad Blood: The Tuskegee Syphilis Experiment. Free Press.
(15) López-Cozar, E. D., & Martín, A. M. (2024). La ruta de oro de la publicación científica: del negocio de las revistas a las revistas negocio. La fuente del negocio editorial: el negocio bibliométrico de la evaluación científica. Revista Mediterránea de Comunicación: Mediterranean Journal of Communication, 15(2), 393-438.
(16) Lenca, M. (2023). On artificial intelligence and manipulation. Topoi, 42(3), 833-842.
(17) Roig, A. A. (2024). Ética del poder y moralidad de la protesta: respuestas a la crisis moral de nuestro tiempo (Vol. 2). Ediunc.
(18) Pühringer, S., Rath, J., & Griesebner, T. (2021). MONOPOLIES IN SCIENCE PUBLISHING: A BLACK HOLE FOR PUBLIC SPENDING?. Journal of Management Information and Decision Sciences, 24, 1-5.
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